Plancha Redonda Insertable Resistente al Óxido de 57 cm (22") - Weber
Plancha Redonda Insertable Resistente al Óxido de 57 cm (22") - Weber
Plancha Redonda Insertable Resistente al Óxido de 57 cm (22") - Weber
Plancha Redonda Insertable Resistente al Óxido de 57 cm (22") - Weber
Plancha Redonda Insertable Resistente al Óxido de 57 cm (22") - Weber

Plancha Redonda Insertable Resistente al Óxido de 57 cm (22") - Weber

3400382

Regular price $690.000
/
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Producto diseñado para asadores de carbón de 22"

Transforma tu asador de carbón Weber de 57 cm (22") en una plancha con este accesorio insertable de acero al carbón previamente curado y resistente al óxido, y disfruta de tocino crujiente, mariscos a la plancha, hamburguesas aplastadas, fajitas, salteados y mucho más. Su diseño redondo con borde levantado cubre toda la superficie e incluye dos agarraderas de acero inoxidable que facilitan colocarlo y quitarlo del asador. La limpieza es rápida y sencilla gracias al canal posterior para salida de grasa y la bandeja para escurrimientos de gran capacidad (de venta por separado).

• Transforma tu Kettle de carbón Weber de 57 cm (22") en una plancha
• Diseño redondo con borde levantado que se ajusta perfectamente al asador
• Robustas agarraderas de acero inoxidable para facilitar la instalación y retirada
• El acero al carbón cementado se mantiene listo, nunca oxidado
• Accesorio previamente curado y listo para cocinar justo al sacarlo de la caja

Especificaciones

Dimensiones 10cm Alto x 53.5cm Ancho x 53.5cm Profundidad
Material Acero al carbón
Instrucciones de mantenimiento Limpiar después de cada uso; no sumergir en agua
Compatible con Producto diseñado para asadores de carbón de 22"

Acerca de

Una historia forjada en fuego

La historia de Weber está marcada por la innovación, la curiosidad y el impulso por hacer una mejor parrilla para todos. Así que, relájate, toma una hamburguesa y viaja casi 70 años atrás al momento en el que se inició la revolución de la cocina a la parrilla.

 

 

Nacido de una boya

Todo comenzó con la búsqueda de un mejor filete. En los años 50, las parrillas de ladrillos eran muy populares, así que un tipo llamado George Stephen decidió construir una. Cuando lo terminó, invitó a sus amigos a una parrillada. Los cortes de carne ardieron en llamas. Para George, la cena fue un desastre, pero lo motivó a pensar que tenía que haber una mejor manera.